TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN ASERTIVA

Publicado por Antonio en

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Estas técnicas se deben de aprender y deben formar parte del bagaje del directivo o mando de una empresa y también de sus integrantes. Utilizarlas demuestra un comportamiento social maduro y permite interactuar efectivamente ante cualquier situación.

Cuando se habla de aprender a ser asertivos nos referimos a promover el desarrollo de las habilidades que nos permitirán ser personas directas, honestas y expresivas en nuestras comunicaciones y que, además, nos ayudan a ser seguros, auto respetarnos y con la habilidad para hacer sentir valiosos a los demás.

Para que estas técnicas sean efectivas hay que ensayar la comunicación asertiva, ya que es una habilidad social que se puede aprender. Recordemos que “la práctica hace al maestro”.

1. Uso de mensajes YO

En esta técnica consiste en expresarse sin condenar el comportamiento de la otra persona. Para ello, debemos describir objetivamente las consecuencias del comportamiento y expresar lo que se quiere de la otra persona.

Puedes usar las siguientes expresiones:

  • “Cuando tú…” (establezca el comportamiento)
  • “Me siento…” (establezca el sentimiento)
  • “Porque…” (establezca la consecuencia)
  • “Te pido, por favor, que…” (establezca la petición)

2. Uso de disco rayado

Consiste en repetir de manera clara del mensaje central, es decir, lo que necesitamos del otro. En esta técnica reiteramos de forma persistente, el mensaje central de lo que queremos manifestar. El efecto que se consigue es centrar la atención siempre en el punto crítico y no permitir la intromisión de otros comentarios que intentan desviar del foco central para conseguir sus objetivos.

Con el uso de esta técnica buscaremos insistir en nuestros legítimos deseos sin caer en trampas verbales o en frases manipuladoras del interlocutor y sin dejarnos desviar del tema que nos importa, hasta lograr nuestro objetivo.

Por ejemplo, ante la insistencia de un vendedor nos limitaremos a decir: “gracias, pero no me interesa”. El vendedor seguramente dirá que hoy en día es muy importante y la oferta es para gente especial. En vez de responder a su comentario, responderemos nuevamente: “gracias, pero no me interesa”. El vendedor no se dará por vencido e insistirá: “¡la oferta caducará al cortar esta llamada!”. Nosotros responderemos nuevamente: “gracias, pero no me interesa”. Y así sucesivamente cuantas veces sean necesarias. El vendedor se dará cuenta de que no podrá convencernos porque no entramos en su juego.

3. Uso de banco de niebla

Esta técnica consiste en dar la razón a la persona en lo que puede haber de cierto en sus críticas o peticiones, pero negándose, a la vez, a entrar en mayores discusiones. Se deja claro que no vamos a cambiar de postura.

Por ejemplo:

  • ELLA: “Pedro, ¿podrías ir a recoger a los niños al colegio?, tengo aún que preparar el pedido para mañana y creo no me dará tiempo”.
  • ÉL: “Pero acabo de volver del trabajo y estoy muy cansado, ve tú”.
  • ELLA: “Sé que estás muy cansado, lo entiendo porque te esfuerzas mucho en tu trabajo. Tu jefe debería darse cuenta de eso y no cargarte con tantas tareas. Pero te pido el favor de que recojas a los niños, ya que tengo que hacer este trabajo para mañana. Luego podremos descansar”.

4. Uso del aplazamiento asertivo

Consiste en posponer la respuesta que vayamos a dar a la persona con quien se discute, hasta que todos estén más tranquilos y capaces de responder correctamente.

5. Uso del ignorar

Consiste en no prestar atención cuando la otra persona está enojada ya que puede que sus críticas terminen en insultos. Se debe evaluar si es más oportuno cuidarse y alejarse.

6. Uso de la pregunta asertiva

Esta técnica parte de pensar bien de la otra persona que nos crítica y dar por hecho que su crítica es bien intencionada. El siguiente paso es pedir una aclaración específica e información acerca de los argumentos. Una variación es solicitar las críticas sinceras de los demás y aprovecharlas o gestionarlas. Para conseguir opiniones sinceras y llegar al fondo de la crítica puedes preguntar: “dime, ¿qué es lo que no te gusta de cómo hago mi trabajo?”

Puede también ser muy útil para conocer algo de los sentimientos o ideas de los demás y facilitar la comunicación cuando la otra persona critica.

Algunos ejemplos son:

  • ¿Qué tiene de malo que vaya al evento?
  • ¿Qué te molesta de mi forma de hablar?

Finalmente, lo más importante es entender que podemos cambiar conductas, incluso si no hay asertividad en nosotros. Todos evolucionan, maduran y aprenden y se pueden modificar creencias, actitudes, metas, expectativas, expresiones, etc.

Por lo tanto, podremos aprovechar mejor el asertividad como habilidad emprendedora y lograr impactos favorables como ausencia de incomodidad con la conducta personal, en situaciones de conflicto de intereses se lograrán mínimas consecuencias negativas.

7. Test: ¿Te comunicas adecuadamente?

INSTRUCCIONES

Califica cada una de las frases que aparecen a continuación con las siguientes numeraciones y marca con una “x”:

  1. No es muy exacta
  2.  Ligeramente exacta
  3. Generalmente exacta
  4. Muy exacta

RESULTADOS

Suma los puntos de cada una de las 31 frases y recuerda que tu forma de comunicarte es tu carta de presentación en toda relación; sea en el ámbito laboral, personal o amical.

  • Menos de 80 puntos:

Si tu puntuación es menor de 80, necesitas hacer un esfuerzo para entender mejor a los demás. Muchas veces, saber comunicar consiste, sobre todo, en saber escuchar. Verás lo mucho que puedes llegar a aprender de otras personas si las escuchas atentamente y te darás cuenta de cuando dices algo que duele o cuando has hablado de más. A veces hacer gala de una sinceridad extrema como la tuya, aunque muy loable, no es la mejor estrategia para la comunicación.

  • 80 puntos o más:

Si has obtenido una calificación superior a 80 puntos es porque ejerces un gran control sobre tus palabras. Comprendes bien la complejidad de lo que los demás te comunican y no asumes riesgos a la hora de hablar con los demás. Pero ten cuidado con acabar mintiendo demasiado para quedar bien o hacer feliz a tu interlocutor, pues puede ser un arma de doble filo. Demasiado control también da sensación de falsedad.